Los que trabajan en el sector agrícola saben muy bien que cada terreno presenta propiedades diferentes que permiten que sea adecuado o no para un tipo de cultivo específico. Sin embargo, existen operaciones útiles que optimizan la cosecha, simplifican las diferentes fases y las convierten en procedimientos menos complicados. Hoy queremos hablar, por ejemplo, de los beneficios que se obtienen gracias al acaballonado, una técnica que puede aportar numerosas ventajas en varias situaciones y contextos agrícolas.
¿Qué es el acaballonado? Esta actividad recoge terreno lateralmente, que luego confluye en el centro para formar un montículo de tierra elevado de perfil trapezoidal.
Esta operación, evidentemente, sirve para realizar un lecho de siembra funcional y aporta considerables beneficios también al drenaje de la porción de terreno en el que se realiza.
Antes de realizar cualquier operación en el terreno, es necesario comprobar que produzca beneficios reales. De hecho, a menudo se toman decisiones apresuradas que ignoran las estaciones, las características y las propiedades del suelo que se debe cultivar. Cuando el invierno se acerca, por ejemplo, es fundamental considerar las condiciones climáticas típicas de este período. La lluvias y las heladas condicionan sin duda la preparación del terreno para la siembra de productos como el espárrago y las verduras de hoja, así como para el trasplante de otros tipos de hortalizas.
Ya hemos visto como esta operación puede presentar un impacto positivo sobre el lecho de siembra y evitar el estancamiento hídrico. En realidad, el proyecto de una «huerta elevada» puede garantizar muchas ventajas que abarcan diferentes aspectos. Descubramos, entonces, algunos de los principales beneficios del acaballonado.
El control del drenaje del agua permite que las plantas que crecen en el caballon corran menos riesgos de contraer enfermedades. Esto ocurre porque, gracias al acaballonado, es posible realizar una zona franca para las raíces de nuestras plantas y los que se definen pelos radiculares, así como un equilibrio correcto entre el contenido de agua y el oxígeno del suelo. Además, el caballón, gracias al aporte adecuado de agua y fertilizantes, tendrá condiciones químico-físicas y microbiológicas ideales, útiles para mejorar la fertilidad de nuestro cultivo.
Esta optimización causa sobre todo un aumento tangible de la producción y de la cantidad de hojas presentes en la planta cultivada, además de su peso, porque el acaballonado contribuye a:
Además, existen beneficios que se refieren al lecho de siembra elevado (o caballón) sobre las raíces de las plantas. De hecho, esta operación:
Levantar el terreno con el procedimiento del acaballonado, sin embargo, no es ventajoso solo para la planta y su productividad, sino también puede facilitar y convertir las fases relativas a la cosecha en procedimientos menos complicados. De hecho, los que realizan estas operaciones podrán recoger los frutos o las hortalizas que están sobre el caballón con menos esfuerzos porque se encuentran a una altura mayor.
Esta operación no solo tiene efectos positivos para la producción, ya que acaballonar la tierra significa también respetar el medioambiente que nos rodea, tanto como nuestro propio terreno. La creación de un caballón, por ejemplo, permite:
A menudo creemos que realizar este tipo de preparación del suelo aumenta los costes de la empresa. En realidad, al utilizar las máquinas acaballonadoras, en un primer momento los costes pueden aumentar, pero se obtiene una calidad de cultivos superior, con un ahorro de recursos y de tiempo de trabajo significativos. El uso de las máquinas, en efecto, permite realizar trabajos con mayor rapidez.
Si quiere obtener el máximo resultado de su terreno, le aconsejamos utilizar las acaballonadoras con las acolchadoras. Cubriendo el terreno con una película de plástico u otro tipo de material (según las exigencias), pero dejando el espacio necesario a la planta para su crecimiento natural, es posible mantener un nivel correcto de humedad en la parte del terreno más superficial. Por consiguiente, con un solo procedimiento es posible acaballonar, colocar uno o más portaemisores o tuberías para riego, fertilizar y desherbar, tender y fijar la película al suelo.
Por último, combinando todas estas operaciones podrá:
Si quiere descubrir más sobre el mundo del acaballonado y las máquinas más adecuadas para sus exigencias, puede confiar en el equipo de Cosmeco. Consulte nuestros contactos, obtendrá todas las respuestas que estaba buscando.